La política de calidad fija las directrices fundamentales para definir y garantizar la calidad de nuestros servicios, así como el cumplimiento de los requerimientos legales y está orientada a la satisfacción de las necesidades de las personas que atendemos con vocación de mejora continua.
Estas directrices son las siguientes:
- Contribuir a la prevención de las enfermedades mentales y promoción de hábitos saludables.
- Contribuir a la detección precoz de las enfermedades mentales mediante el trabajo conjunto con los servicios sanitarios, educativos y sociales y entidades de la comunidad.
- Facilitar el acceso a la atención priorizando las situaciones más urgentes y garantizar que la prestación de los tratamientos ofrecidos se realice en un tiempo adecuado.
- Velar por el correcto diagnóstico y la adecuación del tratamiento.
- Proporcionar un tratamiento integral, eficiente, multidisciplinar y orientado a alcanzar los objetivos terapéuticos.
- Contribuir a la capacitación de los usuarios y sus familias con el fin de que dispongan de herramientas para afrontar la enfermedad.
- Garantizar la continuidad asistencial y transversalidad del tratamiento
- Minimizar los riesgos inherentes a la enfermedad y garantizar la seguridad de las personas atendidas.
- Mantener informadas a las personas atendidas y a sus familias y promover su implicación activa en la atención.
- Proporcionar un buen trato a las personas atendidas.
- Garantizar la confidencialidad e intimidad de las personas atendidas.
- Garantizar el confort de las personas atendidas y disponer de espacios adaptados a sus necesidades.
- Desplegar actuaciones de lucha contra el estigma y contribuir a la sensibilización de la ciudadanía dando a conocer la realidad de las enfermedades mentales.